ANIBAL
URIEL Universidad Autónoma BRENDA
MENDOZA Universidad Autónoma Recibido traducción Claudia F.
|
Infidelidad en jóvenes universitarios: relaciones interpersonales y comportamiento sexual a partir del análisis de variables proximales Resumen: La
infidelidad es un fenómeno multicausal, con consecuencias individuales,
familiares y sociales, que afectan la salud física y la emocional. El
objetivo de este trabajo es identificar a grupos de jóvenes universitarios
con relación de pareja en el último año, a partir de la variable infidelidad
y describir sus características desde variables proximales. En la
investigación participaron 172 mujeres y 44 hombres de entre 18 y 30 años. Se
midieron las variables infidelidad, manejo del conflicto, comunicación, celos
y conducta sexual. Como resultado se identificaron tres grupos con
particularidades diferentes: “deseo de infidelidad emocional” quienes
establecen vínculos románticos; “no infieles” que no cometen adulterio e
“infieles sexuales” que son aquellas personas que practican la infidelidad
sexual; concluyendo que los “no infieles” son menos celosos, se comunican
asertivamente y resuelven conflictos de pareja más efectivamente en contraste
con los “infieles sexuales”. Palabras
clave:
Relaciones
interpersonales; afectividad; comportamiento sexual.
Infidelity
in young university students: interpersonal relationships and sexual behavior
based on the analysis of proximal variables Abstract: Infidelity is a multi-causal phenomenon, with
personal, family, and social consequences that affect physical and emotional
health. The aim of this study is to identify groups of young university
students with a relationship in the last year, based on the variable
infidelity and to describe their features from proximal variables. A total of
172 women and 44 men between the ages of 18 and 30 participated in the study.
The variables infidelity, conflict management, communication, jealousy, and
sexual behavior were measured. As a result, three groups with different
particularities were identified: "emotional infidelity desire" who
establish romantic bonds; "non-infidels" who do not commit adultery
and "sexual infidels" who are those people who practice sexual
infidelity; concluding that "non-infidels" are less jealous,
communicate assertively and resolve couple conflicts more effectively in
contrast to "sexual infidels". Keywords: Interpersonal
relations; emotions; Sexual behaviour.
Cómo citar Peña, A. y Mendoza, B. (2022). Infidelidad en jóvenes universitarios: relaciones interpersonales y comportamiento sexual a partir del análisis de variables proximales. Culturales, 10, e673. https://doi.org/10.22234/recu.20221001.e673 |
Introducción
La
relación de pareja, en cualquiera de sus múltiples manifestaciones,
responsabiliza a sus integrantes a convivir, mediar conflictos y resolver las
diferentes faltas y transgresiones que se pueden generar en el establecimiento
del vínculo. La infidelidad es una transgresión en la relación de pareja,
considerada como falta grave (Shrout y Weigel, 2017).
Los expertos en el área de distintas partes
del mundo describen a la infidelidad como una violación al acuerdo de
exclusividad en la relación de pareja sexual y emocional, independiente a la
existencia de un acuerdo legal (Díaz et al., 2002; Guilbault et al.,
2019; González, Martínez y Martínez, 2009; Haseli et al., 2019; Mark,
Janssen y Milhausen, 2011; Rivera et al., 2020; Wenger y Frisco, 2020).
Existe consenso científico al identificar que existen dos tipos de infidelidad,
la primera se denomina infidelidad sexual e implica tener relaciones sexuales
con otra persona diferente a la pareja, y la infidelidad emocional, que ocurre
cuando uno de los miembros de la pareja se enamora de alguien diferente a su
pareja (Adam, 2019; Canto et al., 2017; García, Rivera y Díaz, 2011;
Guitar et al., 2016; Martins et al., 2015; Moller y Vossler,
2015).
Las investigaciones en esta línea señalan
diferencias en el comportamiento infiel asociado a múltiples variables, una de
ellas es el género, al identificar de forma consistente que los hombres son más
propensos a incurrir en la infidelidad sexual, mientras que las mujeres tienden
a participar más en la infidelidad emocional (Guilbault et al., 2019;
Isma y Turnip, 2019; Martins et al., 2015; Selterman, García y Tsapelas,
2017; Starratt, Weekes y Shakelford, 2016), ya que que las mujeres pueden ser
motivadas principalmente por los sentimientos de abandono, la indiferencia de
su pareja o la falta de cariño; en el caso de los hombres, la monotonía y el
deseo de variedad sexual son los principales desencadenantes de la conducta
infiel (Arantes, Barros y Oliveira, 2020; Munsch y Yorks, 2017; Selterman,
García y Tsapelas, 2017).
Las diferencias de género también son
determinantes en las respuestas ante la vivencia de una infidelidad de sus
parejas, ya que los hombres tienden a expresar más celos y angustia a
consecuencia del involucramiento sexual de sus parejas, mientras que las mujeres
muestran niveles elevados de celos y angustia, pero debido a la infidelidad de
tipo emocional de sus parejas (Canto et al., 2017; Saleem, Nazeer y
Durrani, 2020).
La investigación es basta al señalar que las
motivaciones para cometer una infidelidad se derivan de múltiples factores y
pueden estar relacionadas con causas personales, déficits en la relación de
pareja, o socio-sexuales y situacionales (McDaniel, Drouin, y Cravens, 2017;
Negash y Morgan, 2016; Selterman, García y Tsapelas, 2017). Con respecto a
factores personales, se ha identificado que el comportamiento infiel tiene como
facilitador la presencia de diversos rasgos de personalidad como la
extroversión, el neuroticismo, bajos niveles de amabilidad y conciencia (van
Zyl, 2020). Respecto a las deficiencias en la relación de pareja, percibidas
por la pareja infiel, se describe la frecuencia y niveles de conflicto, la baja
satisfacción en la relación de pareja (Ferron, Lussier y Brassard, 2017;
Guilbault et al., 2019; Isma y Turnip, 2019; Rivera et al.,
2020), así como el poco valor asignado a la pareja (Arantes, Barros y Oliveira,
2020; Starratt, Weekes y Shalkelford, 2016).
Los estudios en la línea de investigación de
la infidelidad han permitido identificar que la conducta infiel es predecible,
y los factores más confiables para su predicción son los interpersonales: el
deseo, el amor, la satisfacción y la duración en la relación (Vowels, Vowels y
Mark, 2021), otras variables que predicen el comportamiento infiel es la
historia de infidelidad en relaciones pasadas, así como haber vivido la
infidelidad de la pareja (Arantes, Barros y Oliveira, 2020; Knopp et al.,
2017).
La infidelidad conlleva distintas
consecuencias para la pareja de la persona infiel, entre las que se encuentran
la depresión y el consumo excesivo de alcohol (Wenger y Frisco, 2020), estrés,
ansiedad, culpa, vergüenza, angustia, ira, rumiación obsesiva y supresión de
emociones (Roos et al., 2019; Shrout y Weigel, 2017). El grado de
afectación también dependerá de la alta o baja autoestima de la pareja de la
persona infiel (Shrout y Weigel, 2019), los celos crónicos, lo cual puede
contribuir a disminuir o empeorar el grado de estrés, así como los sentimientos
negativos (Shrout y Weigel, 2019), y la ansiedad provocados por la conducta
infiel (Canto et al., 2017).
En la última década, se ha reconocido la
importancia de analizar la conducta infiel a partir de un sistema ecológico de
parejas, derivado de la teoría ecológica de Bronfenbrenner (1977). El modelo
conceptual que integra diferentes factores asociados a la infidelidad en un
sistema constituido por el microsistema, es decir, características individuales
del sujeto y su pareja que influyen en el comportamiento sexual; el mesosistema
que hace referencia a las interacciones entre la pareja, la satisfacción, el
compromiso y el conflicto; el exosistema, refiere la descripción del ambiente
social cara a cara o virtual, que brinda oportunidades para ser infiel, tales
como las redes sociales o el lugar de trabajo; el macrosistema se refiere a los
principios sociales y culturales que determinan el grado de aceptación o
rechazo en una sociedad a la infidelidad, tales como la religión y los roles de
género; por último, el cronosistema, determinado por acontecimientos que
ocurren en el transcurso de las diferentes etapas de la vida que influyen en la
conducta infiel, identificadas como experiencias en su historia de vida (Haseli
et al., 2019; Negash y Morgan, 2016; Selterman, García y Tsapelas, 2017;
Vowels, Vowels y Mark, 2021).
El estudio de la infidelidad desde una
perspectiva más amplia ha permitido identificar que la infidelidad tiene un
impacto social, cuyas consecuencias se extienden más allá de la pareja, ya que
afecta a la estructura familiar al quebrantar la relación y comunicación con
los hijos, la familia extensa y los amigos de la familia (Vowels, Vowels y
Mark, 2021), siendo la familia nuclear probablemente el sistema más perjudicado
(Negash y Morgan, 2016), se han documentado diferentes secuelas en los hijos
que al momento de enterarse de la infidelidad, les provocan resentimiento,
decepción, apatía, pasividad, ira y el alejamiento del progenitor infiel, así
como en momentos futuros en la vida de los hijos, quienes al establecer sus
propias relaciones de pareja generan dudas, temores, recelo y riesgos, al
percibir que probablemente el engaño es una conducta que se presentará también
en su relación de pareja. Asimismo, se ha identificado que los episodios de
infidelidad de alguno de sus progenitores también pueden contribuir para que, a
partir de la crisis familiar provocada, los hijos de parejas infieles aprendan
a reconocer sentimientos y emociones que les permitan contribuir al
establecimiento de relaciones de pareja mucho mejores a la que formaron sus
padres (de Castro et al., 2016).
Adicionalmente al impacto en la familia, la
infidelidad también afecta el ámbito de la salud, ya que, aumenta el riesgo de
experimentar síntomas de trastorno por estrés postraumático, que afectan la
salud física y emocional de la pareja, asociados a síntomas depresivos, estrés
percibido y ansiedad (Roos et al., 2019; Shrout y Weigel, 2019), a su
vez, las personas que tienden a involucrarse en la infidelidad sexual son más
proclives a enfrentarse a riesgos en su salud sexual (Negash y Morgan, 2016)
como el contagio de enfermedades de transmisión sexual (Vowels, Vowels y Mark,
2021). De hecho, en México, en la actualidad han aumentado las enfermedades de
transmisión sexual: la sífilis adquirida aumentó 84 %, la clamidia 48 %, el
chancro blando 22 %, el herpes genital 16 % y el VIH 62 %, incremento
identificado al contrastar los años 2020 y 2021 (DGE, 2021).
Es innegable que la conducta infiel es uno de
los principales motivos de disolución del vínculo legal de pareja (Isma y
Turnip, 2019; Lampard, 2014). En México, la relación entre divorcios y
matrimonios ha aumentado de manera significativa de 2000 a 2019, pasó de 7 a 32
divorcios por cada 100 matrimonios, prácticamente se quintuplicó (INEGI, 2021).
Derivado de su alta prevalencia y
consecuencias, la infidelidad resulta un tema relevante, ya que diversos
factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales influyen en su
aparición o inhibición, siendo la conducta sexual desinhibida y abierta un
factor facilitador (Romero, Cruz y Díaz, 2008). Distintas investigaciones han
descrito la relación de la infidelidad con otras variables de interés, por
ejemplo, los celos, variable ampliamente estudiada para conocer su impacto en
la infidelidad, al identificarse que después de una infidelidad se experimentan
más celos y angustia (Miller y Maner, 2009), pero que también pueden tener la
función de fortalecer la relación con la pareja ante la amenaza de un tercero
(Saleem, Nazeer y Durrani, 2020), existen además diferencias de género en la
manera en que se vivencian los celos, pues los hombres los manifiestan
principalmente por medio de la ira o la agresión, mientras que las mujeres los
expresan a través de la tristeza o la depresión (Calderón, Flores y Rivera,
2018).
La infidelidad, los celos y la falta de
comunicación han sido identificados como los desencadenantes más importantes de
conflicto en la relación de pareja, como resultado a la violación del acuerdo
de exclusividad (Scott et al., 2017), éstos afectan la calidad de la
comunicación al dificultar la estabilidad y cohesión de la relación, lo que
genera sospechas reales o imaginarias hacia la pareja, así como pérdida de
confianza, condiciones que llevan a una comunicación poco asertiva y deficiente
(Guillén et al., 2021; Isaza, 2011), asociándose al aumento de conductas
negativas emitidas durante los conflictos (Leone et al., 2020), esto
afecta la calidad de la relación y genera las condiciones necesarias para la
búsqueda de una nueva infidelidad (Guillén et al., 2021; Isaza, 2011;
Rivera et al., 2011).
Con base en lo anterior, se identifica que aún
son nulos los estudios que ofrezcan evidencia acerca de la descripción de las
variables proximales como el manejo de conflictos, los celos, los estilos de
comunicación y la conducta sexual en jóvenes universitarios latinoamericanos,
por lo que el objetivo de la presente investigación es identificar los grupos
de jóvenes universitarios formados a partir de la variable infidelidad,
describiéndoles a partir de variables proximales (manejo del conflicto, celos,
estilos de comunicación en la pareja y conducta sexual).
Método
Participantes
Participaron
216 estudiantes universitarios –seleccionados a través de un muestreo no
probabilístico por conveniencia en una universidad pública–, de los cuales 172
eran mujeres y 44 hombres, en un rango de edad de 18 a 30 años (x̄ = 20.02; σ =
2.005), 190 se identificaron como heterosexuales, 2 como homosexuales y 24
bisexuales, con lo que se cumplieron los criterios de inclusión determinados
para este estudio (y tener una relación de pareja durante el estudio o haberla
tenido en el último año).
Instrumentos
Inventario
Multidimensional de Infidelidad (IMIN) Subescala de Conducta Infiel (Romero,
Rivera y Díaz, 2017), mide la conducta infiel con Alpha de Cronbach total de α
= 0.98, integrada por 26 ítems, con escala Likert de 5 niveles de respuesta,
donde 1 es Nunca y 5 Siempre.
Se compone de cuatro factores: Infidelidad
sexual (7 ítems y α = 0.95), Deseo de infidelidad emocional (7 ítems y α =
0.93), Deseo de infidelidad sexual (7 ítems y α = 0.95), e Infidelidad
emocional (5 ítems y α = 0.86).
La Escala de Manejo del Conflicto (Rivera et
al., 2017a) mide la manera en que las personas afrontan los conflictos que
se presentan en sus relaciones románticas, tiene un Alpha de Cronbach total de
α = 0.821, integrada por 26 ítems, en escala Likert con 5 niveles de respuesta,
donde 1 es Siempre y 5 es Nunca, se resalta que entre más bajo sea el puntaje,
más alta es la presencia del factor evaluado.
Se compone de cinco factores:
Expresivo/negociador (7 ítems y α = 0.82), Afectuoso (5 ítems y α = 0.88),
Tranquilo/conciliador (4 ítems y α = 0.75), Evitante (5 ítems y α = 0.73) y
Acomodación (5 ítems y α = 0.72).
La Escala Multidimensional de Celos (EMUCE)
(Rivera et al., 2017b) mide los componentes conductuales, cognitivos y
emocionales de los celos en la población adulta, tiene un Alpha de Cronbach
total de α = 0.94, está integrada por 111 ítems, se divide en 2 dimensiones:
Estilos y cogniciones (α = 0.93) y Emociones y sentimientos (α = 0.95), en una
escala Likert con 5 niveles de respuesta, donde 1 es Totalmente en desacuerdo y
5 es Totalmente de acuerdo. La dimensión Estilos y cogniciones está integrada
por los siguientes factores: Obsesión por la pareja (17 ítems y α = 0.93),
Suspicacia e intriga (13 ítems y α = 0.90), Confianza personal (6 ítems y α =
0.74), Desconfianza (5 ítems y α = 0.78), Posesión (4 ítems y α = 0.66),
Frustración (4 ítems y α = 0.59), Evasión (3 ítems y α = 0.67) y Confianza en
la pareja (3 ítems y α = 0.76).
Mientras que la dimensión Emociones y
sentimientos está conformada por los siguientes factores: Respuestas
emocionales generadas por celos (17 ítems y α = 0.95), Enojo (13 ítems y α =
0.91), Actitud negativa (8 ítems y α = 0.76), Dolor (6 ítems y α = 0.75),
Control (5 ítems y α = 0.74), Temor (4 ítems y α = 0.74) y Agresividad (3 ítems
y α = 0.66).
Inventario de Comunicación en la Relación de
Pareja (INCOPAR). La Escala Estilo de Comunicación Personal (Villanueva, Rivera
y García, 2017) mide la forma como se percibe el sujeto al comunicarse con su
pareja, tiene un Alpha de Cronbach total de α = 0.81, está integrada por 26
ítems, en una escala Likert con 5 niveles de respuesta, donde 1 es Nunca y 5 es
Siempre. Se compone de 5 factores: Positivo (7 ítems y α = 0.88), Amable (6
ítems y α = 0.83), Negativo (6 ítems y α = 0.74), Social receptivo (5 ítems y α
= 0.76) y Reservado (3 ítems y α = 0.63).
El Inventario de Conducta Sexual (García y
Díaz, 2007) mide la presencia de conductas relacionadas con la sexualidad,
tiene un Alpha de Cronbach total de α = 0.96, está integrado por 70 ítems, en
una escala Likert con 7 niveles de respuesta, donde 1 es Nunca y 7 es Más de
una vez al día. Se compone de 5 factores: Contacto sexual (25 ítems y α =
0.94), Seducción (15 ítems y α = 0.87), Autoerotismo (12 ítems y α = 0.87),
Contacto físico (10 ítems y α = 0.85) y Variantes sexuales (8 ítems y α =
0.83).
Procedimiento
La
aplicación de los instrumentos se realizó de manera electrónica a través de un
documento PDF que tenía integrada las instrucciones y los enlaces de acceso
para contestar los instrumentos, los cuales se encontraban en formularios de
Google Forms. En cada uno de los instrumentos se incluía el consentimiento
informado; el tiempo para responder los cuestionarios fue de aproximadamente 60
minutos.
Análisis de datos
Las
respuestas fueron recolectadas en una base de datos con el programa estadístico
SPSS versión 20.0. Para dar respuesta al objetivo general de la investigación,
se realizó un análisis estadístico de K de medias, lo que permitió
clasificar en grupos participantes en función de la variable infidelidad.
Una vez identificados los grupos a través del
estadístico k de medias, se realizó un Análisis de varianza (Anova de
una sola vía) para identificar las diferencias estadísticamente significativas
entre los grupos, las diferencias se hicieron a partir de las variables:
Manejo del conflicto, Celos, Estilos de comunicación en la pareja y Conducta
sexual.
Resultados
Derivado
del análisis estadístico de k de medias se identificaron tres grupos:
grupo 1: “Deseo de infidelidad emocional”; grupo 2: “No infieles”, y el grupo
3: “Infieles sexuales”.
Tabla 1. Distribución de
grupos. |
||||
Grupo |
|
Hombres |
Mujeres |
Total |
|
Número de participantes |
9 |
45 |
54 |
1 Deseo de infidelidad
emocional |
|
|
|
|
% del grupo |
16.7 % |
83.3 % |
100 % |
|
% del total de la
muestra |
4.2 % |
20.8 % |
25 % |
|
|
Número de participantes |
27 |
125 |
152 |
2 No
infieles |
% del grupo |
17.8 % |
82.2 % |
100 % |
|
% del
total de la muestra |
12.5 % |
57.9 % |
70.4 % |
|
Número de participantes |
8 |
2 |
10 |
3 Infieles sexuales |
% del grupo |
80 % |
20 % |
100 % |
|
% del
total de la muestra |
3.7 % |
0.9 % |
4.6 % |
Fuente:
Elaboración
propia (2022).
A continuación, se describen cada uno de los
grupos de la tabla 1:
Grupo 1: Deseo de infidelidad emocional.
Compuesto por 54 personas, representa 25 % de la muestra total; integrado por
45 mujeres (83.3 % del grupo) y 9 hombres (16.7 % del grupo), se caracteriza
por expresar únicamente deseos de infidelidad emocional, es decir, establecer
un vínculo romántico con otra persona además de la pareja principal, lo que se
manifiesta en aspectos como el interés, la atracción o el gusto por otras
personas, aunque no presentan conductas ni deseo de infidelidad sexual.
Grupo 2: No infieles. Compuesto por 152
personas, es el grupo mayoritario con 70.4 % de la muestra total, está
integrado por 125 mujeres (82.2 % del grupo) y 27 hombres (17.8 % del grupo),
se caracteriza por no presentar conductas ni deseos de infidelidad sexual, ni
emocional.
Grupo 3: Infieles sexuales. Integrado por 10
personas, lo que representa 4.6 % de la muestra total, dos son mujeres (20 %
del grupo) y ocho son hombres (80 % del grupo), se caracteriza por presentar
rara vez conductas de infidelidad emocional, y algunas veces presentan
conductas de infidelidad sexual, manifiestas al haber tenido contacto sexual
con otra persona que no es su pareja, y además algunas veces muestran deseos de
involucramiento sexual y emocional con otras personas además de su pareja.
Contraste de medias
Con
la finalidad de conocer las diferencias estadísticamente significativas entre
los tres grupos, se desarrollaron contrastes de medias en función de las
variables: Manejo del conflicto; celos; estilos de comunicación en la pareja y
conducta sexual. Los resultados se presentan en las tablas 2-6, donde se
especifica el número de participantes que conforman cada grupo (n), la
media para el estilo, el manejo de conflicto en la relación (x̄), la
desviación estándar (σ), el valor de Anova (F), el valor de
significancia (p) y los contrastes Post Hoc.
Manejo del conflicto
En
la tabla 2, se presentan los contrastes de medias (Anova de una vía) para los
tres grupos en función de la variable manejo del conflicto:
Expresivo/Negociador; Afectuoso; Tranquilo/Conciliador; Evitante y Acomodación.
Tabla 2. Contraste de medias para
los factores de la Escala
de Manejo del Conflicto. |
|||||||
Factor |
Grupo |
N |
x̄ |
σ |
F (2 y 213) |
p |
Post Hoc (Scheffé) |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
15.30 |
4.993 |
3.192 |
.04 |
DIE>NI* INS=DIE |
Expresivo / Negociador |
No infieles (NI) |
152 |
13.26 |
5.281 |
3.192 |
.04 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
14.60 |
4.789 |
3.192 |
.92 |
INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
14.15 |
5.33 |
.775 |
.46 |
DIE=NI* DIE=INS |
|
No infieles (NI) |
152 |
13.55 |
5.39 |
.775 |
.46 |
NI=DIE NI=INS |
Afectuoso |
|
|
|
|
|
|
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
15.50 |
5.91 |
.775 |
.46 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
9.46 |
3.02 |
3.512 |
.03 |
DIE>NI* INS=DIE |
Tranquilo/ Conciliador |
No infieles (NI) |
152 |
8.23 |
3.00 |
3.512 |
.03 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
8.00 |
2.82 |
3.512 |
.79 |
INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
15.39 |
4.01 |
13.069 |
.00 |
NI>DIE* INS=DIE |
Evitante |
No infieles (NI) |
152 |
18.06 |
3.23 |
13.069 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
15.40 |
4.40 |
13.069 |
.08 |
INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
15.63 |
3.31 |
.233 |
.79 |
DIE=NI* DIE=INS |
|
No infieles (NI) |
152 |
15.98 |
3.23 |
.233 |
.79 |
NI=DIE |
Acomodación |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
NI=INS |
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
16.00 |
3.83 |
.233 |
.79 |
INS=DIE INS=NI |
Nota:
*
Scheffé, ** Games-Howell. Fuente: Elaboración propia (2022).
Como se observa en la tabla 2, los integrantes
del grupo Deseo de infidelidad emocional presentan media estadísticamente
significativa mayor en la solución de conflicto en los factores:
Expresivo/negociador (x̄ = 15.30) y Tranquilo/conciliador (x̄ =
9.46) que el grupo de No infieles (x̄ = 13.26; x̄ = 8.23),
respectivamente.
Los jóvenes del grupo No infieles presentan
media estadísticamente significativa mayor en la solución de conflicto, al usar
más estrategias de evitación (x̄ = 18.06) que el grupo Deseo de
infidelidad emocional (x̄ = 15.39). Como puede observarse, en la tabla 2
no existen diferencias estadísticamente significativas entre las medias de los
grupos Deseo de infidelidad emocional, No infieles e Infieles sexuales en los
factores afectuoso y acomodación.
Celos
En
las tablas 3 y 4, se presentan los contrastes de medias de los tres grupos
identificados, en función de la variable celos (dimensión estilos y
cogniciones; emociones y sentimientos).
Tabla 3. Contraste de medias
para los factores del Inventario Multidimensional de Celos (EMUCE) Dimensión Estilos y cogniciones. |
|||||||
Factor |
Grupo |
N |
x̄ |
σ |
F(2 y 213) |
p |
Post Hoc (Games-Howell) |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
37.28 |
13.42 |
5.153 |
.00 |
|
|
|
|
|
|
|
|
DIE>NI** |
Obsesión por la pareja |
No infieles (NI) |
152 |
32.25 |
9.68 |
5.153 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
38.00 |
10.32 |
5.153 |
.24 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
28.09 |
10.86 |
10.020 |
.00 |
|
|
|
|
|
|
|
|
DIE>NI** |
Suspicacia e intriga |
No infieles (NI) |
152 |
22.34 |
7.71 |
10.020 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
28.20 |
8.71 |
10.020 |
.14 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
22.81 |
3.67 |
2.557 |
.08 |
DIE=NI* DIE=INS |
Confianza personal |
No infieles (NI) |
152 |
24.01 |
3.27 |
2.557 |
.08 |
NI=DIE NI=INS |
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
23.90 |
2.64 |
2.557 |
.08 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
11.69 |
5.15 |
10.381 |
.00 |
|
|
|
|
|
|
|
|
DIE>NI** |
Desconfianza |
No infieles (NI) |
152 |
8.82 |
3.66 |
10.381 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
11.10 |
4.20 |
10.381 |
.26 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
9.59 |
3.68 |
.922 |
.39 |
DIE=NI* DIE=INS |
Posesión |
No infieles (NI) |
152 |
9.22 |
3.00 |
.922 |
.39 |
NI=DIE NI=INS |
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
10.50 |
2.95 |
.922 |
.39 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
12.76 |
3.57 |
13.448 |
.00 |
|
|
|
|
|
|
DIE>NI* |
||
Frustración |
No infieles (NI) |
152 |
10.03 |
3.42 |
13.448 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
12.40 |
3.56 |
13.448 |
.80 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
6.93 |
2.94 |
8.222 |
.00 |
|
|
|
|
|
|
DIE>NI** |
||
Evasión |
No infieles (NI) |
152 |
5.52 |
2.04 |
8.222 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
6.80 |
1.87 |
8.222 |
.14 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
11.39 |
1.89 |
.781 |
.45 |
DIE=NI* DIE=INS |
Confianza en la pareja |
No infieles (NI) |
152 |
11.57 |
2.31 |
.781 |
.45 |
NI=DIE NI=INS |
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
10.70 |
2.75 |
.781 |
.45 |
INS=DIE INS=NI |
Nota:
*
Scheffé, ** Games-Howell. Fuente: Elaboración propia (2022).
Como se observa en la tabla 3, los miembros
del grupo Deseo de infidelidad emocional presentan media estadísticamente
significativa mayor en reacciones de celos en los factores: Obsesión por la
pareja (x̄ = 37.28), Suspicacia e intriga (x̄ = 28.09), Desconfianza
(x̄ = 11.69), Frustración (x̄ = 12.76) y Evasión (x̄ =
6.93), que el grupo No infieles (x̄ = 32.25; x̄ = 22.34; x̄ =
8.82; x̄ = 10.03; x̄ = 5.52), respectivamente. No existen
diferencias estadísticamente significativas entre las medias de los grupos
Deseo de infidelidad emocional, No infieles e Infieles sexuales en los
factores: Confianza personal, Posesión y Confianza en la pareja (véase tabla
3).
Tabla 4. Contraste de medias para los factores
del instrumento Escala
Multidimensional de Celos
(EMUCE) Dimensión Emociones y Sentimientos.
Factor |
Grupo |
n |
x̄ |
σ |
F (2 y 213) |
p |
Post Hoc (Games- Howell) |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
42.15 |
15.93 |
7.803 |
.00 |
DIE>NI** |
Respuestas emocionales generadas por celos |
|
|
|
|
|
|
|
No infieles (NI) |
152 |
34.49 |
12.01 |
7.803 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
42.40 |
11.53 |
7.803 |
.13 |
INS=DIE INS=NI |
|
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
26.70 |
9.80 |
7.077 |
.00 |
DIE>NI** |
Enojo |
No infieles (NI) |
152 |
22.50 |
7.08 |
7.077 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
27.80 |
7.14 |
7.077 |
.10 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
19.43 |
6.72 |
11.222 |
.00 |
DIE>NI* |
Actitud negativa |
|
|
|
|
|
|
|
No
infieles (NI) |
152 |
15.06 |
5.74 |
11.222 |
.00 |
|
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
18.30 |
5.12 |
11.222 |
.14 |
INS=DIE INS=NI |
Dolor |
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
21.52 |
5.26 |
1.690 |
.18 |
DIE=NI* DIE=INS |
No infieles (NI) |
152 |
20.41 |
5.47 |
1.690 |
.18 |
NI=DIE NI=INS |
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
23.00 |
5.07 |
1.690 |
.18 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
17.67 |
4.25 |
4.110 |
.01 |
DIE>NI* |
Control |
No infieles (NI) |
152 |
15.87 |
4.22 |
4.110 |
.01 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
17.70 |
3.91 |
4.110 |
.90 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
11.31 |
4.53 |
6.975 |
.00 |
|
|
|
|
|
|
NI<DIE* NI<INS |
||
Temor |
No
infieles (NI) |
152 |
9.46 |
3.95 |
6.975 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
13.20 |
4.44 |
6.975 |
.00 |
|
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
5.00 |
2.41 |
7.418 |
.00 |
DIE>NI** |
Agresividad |
No infieles (NI) |
152 |
3.94 |
1.46 |
7.418 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
4.80 |
2.44 |
7.418 |
.53 |
INS=DIE INS=NI |
Nota:
*
Scheffé, ** Games-Howell. Fuente: Elaboración propia (2022).
Como se observa en la tabla 4, los miembros
del grupo Deseo de infidelidad emocional presentan media estadísticamente
significativa mayor en reacciones de celos en los factores: Respuestas
emocionales generadas por celos (x̄ = 42.15), Enojo (x̄ = 26.70),
Actitud negativa (x̄ = 19.43), Control (x̄ = 17.67) y Agresividad
(x̄ = 5.00) que el grupo No infieles (x̄ = 34.49; x̄ =
22.50; x̄ = 15.06; x̄ = 15.85; x̄ = 3.94),
respectivamente.
Los miembros del grupo No infieles presentan
media estadísticamente significativa menor en el factor Temor (x̄ =
9.46) que los grupos Deseo de infidelidad emocional (x̄ = 11.31) e
Infieles sexuales (x̄ =13.20).
No existen diferencias estadísticamente
significativas entre las medias de los grupos Deseo de infidelidad emocional,
No infieles e Infieles sexuales en el factor Dolor (véase tabla 4).
Comunicación en la relación de pareja
A
continuación, en la tabla 5, se presentan los contrastes de medias para los
tres grupos identificados en función de la variable comunicación en la relación
de pareja.
Tabla 5. Contraste de medias
para los factores del Inventario de Comunicación en la Relación de Pareja
(INCOPAR). |
|||||||
Factor |
Grupo |
n |
x̄ |
Σ |
F (2 y 213) |
p |
Post Hoc
(Scheffé) |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
29.35 |
4.19 |
4.383 |
.01 |
|
Positivo |
|
|
|
|
|
NI>DIE* INS=DIE |
|
|
No infieles (NI) |
152 |
31.11 |
3.50 |
4.383 |
.01 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
30.80 |
4.59 |
4.383 |
.31 |
INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
26.26 |
3.21 |
7.359 |
.00 |
NI>DIE** |
Amable |
|
|
|
|
|
|
|
|
No infieles (NI) |
152 |
27.76 |
2.23 |
7.359 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
26.50 |
3.47 |
7.359 |
.51 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
11.11 |
3.25 |
8.848 |
.00 |
DIE>NI* |
Negativo |
|
|
|
|
|
|
|
|
No infieles (NI) |
152 |
9.26 |
2.61 |
8.848 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
10.30 |
2.90 |
8.848 |
.08 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
20.91 |
2.82 |
1.153 |
.31 |
DIE=NI* DIE=INS |
Social receptivo |
|
|
|
|
|
|
|
No infieles (NI) |
152 |
21.59 |
2.82 |
1.153 |
31 |
NI=DIE NI=INS |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
21.40 |
3.30 |
1.153 |
31 |
INS=DIE INS=NI |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
7.20 |
2.21 |
1.710 |
.18 |
DIE=NI* DIE=INS |
Reservado |
|
|
|
|
|
|
|
No infieles (NI) |
152 |
6.94 |
2.22 |
1.710 |
.18 |
NI=DIE NI=INS |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
5.80 |
1.98 |
1.710 |
.18 |
INS=DIE INS=NI |
Nota:
*
Scheffé, ** Games-Howell. Fuente: Elaboración propia (2022).
Los integrantes del grupo No infieles
presentan media estadísticamente significativa mayor en estilos de comunicación
con la pareja en los factores: Positivo (x̄ = 31.11) y Amable (x̄ =
27.76) que el grupo Deseo de infidelidad emocional en comunicación positiva (x̄
= 29.35) y amable (x̄ = 26.26).
Los miembros del grupo Deseo de infidelidad
emocional, presentan media estadísticamente significativa mayor en el factor
Negativo (x̄ = 11.11) que el grupo No infieles (x̄ = 9.26). No
existen diferencias estadísticamente significativas entre las medias de los
grupos Deseo de infidelidad emocional, No infieles e Infieles sexuales en los
factores: Social receptivo y Reservado (véase tabla 5).
Conducta sexual
En
la tabla 6, se muestran los contrastes de medias para los tres grupos, en
función de la variable conducta sexual (Contacto sexual, Seducción,
Autoerotismo, Contacto físico y Variantes sexuales).
Tabla 6. Contraste de medias
para los factores del Inventario de Conducta Sexual. |
|||||||
Factor |
Grupo |
N |
x̄ |
σ |
F (2 y 213) |
p |
Post Hoc
(Scheffé) |
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
68.04 |
29.12 |
17.635 |
.00 |
NI<DIE* NI<INS |
Contacto sexual |
|
|
|
|
|
||
No infieles (NI) |
152 |
47.06 |
23.36 |
17.635 |
.00 |
||
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
73.90 |
22.92 |
17.635 |
.00 |
|
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
41.93 |
16.06 |
27.951 |
.00 |
NI<DIE** NI<INS |
Seducción |
|
|
|
|
|
||
No infieles (NI) |
152 |
28.17 |
11.80 |
27.951 |
.00 |
||
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
45.30 |
8.55 |
27.951 |
.00 |
|
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
23.46 |
8.64 |
15.806 |
.00 |
NI<DIE* NI<INS |
Autoerotismo |
|
|
|
|
|
||
No infieles (NI) |
152 |
18.40 |
7.11 |
15.806 |
.00 |
||
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
28.50 |
4.88 |
15.806 |
.00 |
|
|
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
37.33 |
13.49 |
8.536 |
.00 |
DIE>NI* |
Contacto físico |
No infieles (NI) |
152 |
28.88 |
13.03 |
8.536 |
.00 |
|
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
33.70 |
10.57 |
8.536 |
.75 |
INS=DIE INS=NI |
Variantes sexuales |
Deseo de infidelidad emocional (DIE) |
54 |
10.11 |
2.49 |
12.366 |
.00 |
NI<DIE** NI<INS |
No infieles (NI) |
152 |
9.04 |
1.79 |
12.366 |
.00 |
||
|
Infieles sexuales (INS) |
10 |
11.70 |
2.16 |
12.366 |
.00 |
|
Nota:
*
Scheffé, ** Games-Howell. Fuente: Elaboración propia (2022)
Como se observa en la tabla 6, los miembros
del grupo No infieles presentan media estadísticamente significativa menor de
conductas sexuales en los factores: Contacto sexual (x̄ = 47.06),
Seducción (x̄ = 28.17), Autoerotismo (x̄ = 18.40) y Variantes
sexuales (x̄ = 9.04) que la media del grupo Deseo de infidelidad
emocional (x̄ = 68.04; x̄ = 41.93; x̄ = 23.46; x̄ =
10.11) y la media del grupo Infieles sexuales (x̄ = 73.90; x̄ =
45.30; x̄ = 28.50; x̄ = 11.70), respectivamente.
Los miembros del grupo Deseo de infidelidad
emocional presentan media estadísticamente significativa mayor en el factor
Contacto físico (x̄ = 37.33) que el grupo No infieles (x̄ =
28.88).
Discusión
El
estudio permitió cumplir con el objetivo general de la investigación, al
identificar la existencia de tres grupos universitarios conformados a partir de
la variable infidelidad: “Deseo de infidelidad emocional”, “No infieles” e
“Infieles sexuales”, con diferencias significativas entre ellos, a partir de
las variables de estudio: Conflicto, Celos, Comunicación y Conducta sexual.
El primer grupo identificado es “Deseo de
infidelidad emocional”, se caracteriza por manifestar deseos de establecer
vínculos románticos con otras personas, presentan interés, atracción y gusto
por otras personas, aunque no incurren en conductas de infidelidad sexual o
emocional. El segundo grupo de “No infieles”, es el grupo mayoritario y no
presentan deseos ni conductas infieles, ya sea sexuales o emocionales. Los
integrantes del tercer grupo “Infieles sexuales”, representado por personas con
conductas de infidelidad sexual, como haber tenido contacto sexual con otras
personas distintas a su pareja principal, además, presentan altos deseos de
involucramiento emocional y sexual con otras personas. Resultados similares con
los reportados por González, Martínez y Martínez (2009) y Britos et al. (2019),
quienes identifican diferentes agrupaciones desarrolladas a partir de su
comportamiento infiel, en grupos de jóvenes universitarios.
El estudio permite concluir que cada grupo
identificado muestra características específicas en función de las variables
proximales estudiadas. Los jóvenes del grupo “Deseo de infidelidad emocional”
algunas veces se muestran indiferentes ante un conflicto de pareja, y prefieren
no hablar y alejarse para evitar el conflicto; en la comunicación con su
pareja, rara vez lo hacen de forma perjudicial, manipuladora o deshonesta,
resultados similares fueron reportados por Rivera et al. (2011), los
cuales señalaron que el conflicto está vinculado a la infidelidad, al igual que
López, Vargas y Cortés (2018) quienes plantean que las estrategias evitantes de
resolución del conflicto son un factor importante para realizar una infidelidad.
El conflicto es un componente del mesosistema, ya que éste se produce en la
interacción entre dos o más personas (Haseli et al., 2019), por lo que
el uso de estrategias poco efectivas para afrontarlas puede ser precursora de
la conducta o el deseo infiel (Isaza, 2011; Rivera et al., 2011).
Por su parte, los integrantes del grupo
denominado “No infieles”, ante un conflicto de pareja, se expresan de forma
abierta, buscan soluciones a través del dialogo y externan sus ideas de forma
tranquila, tratan de calmarse y detenerse, hallazgos que concuerdan con otros
estudios en los que se plantea que la adecuada resolución de conflictos en la
relación de pareja funciona como un factor protector que previene el
involucramiento sexual o emocional de los miembros de la pareja con otras
parejas (Armin, Fakhri y Hasanzadeh, 2021; Yoosefi, Karimipour y Amani, 2016).
Dichos resultados pueden explicarse porque se
ha identificado que la conducta infiel tiende a aumentar los conflictos y a
disminuir las conductas positivas y aumenta las negativas (Ferron et al.,
2017; Leone et al., 2020), por lo que se plantea la hipótesis de que
este grupo de jóvenes, al no tener conductas infieles, presentan estilos más
positivos para la resolución de conflictos, por medio del dialogo y la
expresión tranquila de las ideas.
Respecto a los celos, el grupo de no infieles
son los menos celosos, ya que no tienen pensamientos frecuentes ni
inseguridades sobre la posible infidelidad de su pareja, no sienten una
sensación de fracaso ante las transgresiones de su pareja ni evitan situaciones
que provocan celos ni se preocupan por no ser el centro de atención de sus
parejas, resultados similares a lo reportado en otras investigaciones como la
de Miller y Maner (2009), quienes proponen que las personas más celosas tienden
a dañar su relación a través de la inseguridad, las dudas excesivas y la
infidelidad, por su parte, López, Vargas y Cortés (2018) plantean que los celos
están asociados a la conducta infiel, ya que las personas infieles utilizan los
celos como una forma de justificar su conducta infiel, para los resultados de
este estudio al no presentarse la conducta o el deseo de infidelidad se
identifica que los celos no se presentan como un medio compensatorio de la
falta en la relación.
Con respecto a la comunicación con su pareja,
el grupo “No infieles” se comunica de forma, gentil, amable, efectiva y
respetuosa con su pareja, resultados explicados con base en lo señalado por
López et al. (2013) y López, Vargas y Cortés (2018), los cuales señalan
que los estilos de resolución de conflictos abiertos y efectivos muestran
comunicación de pareja positiva, así como resolución de conflictos adecuada en
la relación con su pareja, con lo cual se identifica que la comunicación
efectiva en la pareja reduce la probabilidad de infidelidad (Allen et al.,
2008).
Se concluye también que los integrantes del
grupo No infieles no ha realizado conductas dirigidas a atraer, cortejar o
conquistar a otras personas, ni han tenido contacto sexual con otras personas, no
se han estimulado sexualmente, ni han incluido variantes sexuales para
enriquecer su vida sexual (como hacer uso de objetos o circunstancias),
resultados que pueden explicarse a que estas conductas son percibidas por las
personas como conductas infieles (Arantes, Barros y Oliveira, 2020; Romero,
Cruz y Díaz, 2008; Scott et al., 2017), de manera que su ausencia
coincide con la descripción de los integrantes de este grupo.
En lo referente a la descripción del tercer
grupo: “Infieles sexuales”, se concluye que muestran diferencias en relación
con los otros dos grupos, específicamente en la conducta sexual, es decir,
muestran mayor presencia de estas conductas como: tocamiento físico, preludio
sexual, sexo coital y oral, así como conductas de arreglo personal, de cortejo
y conquista, las cuales están dirigidas a atraer y gustar a otros, además, han
realizado conductas de estimulación y gratificación sexual individuales, lo que
incluye acciones como masturbarse o ver pornografía, y han incluido variantes
sexuales como el uso de objetos, estímulos y circunstancias que enriquecen su
vida sexual, resultados que coinciden con otras investigaciones que sustentan
que las personas infieles tienden a tener una vida sexual más activa, y al
disminuir la frecuencia o la satisfacción sexual con sus parejas tienden buscar
nuevas parejas (Scott et al., 2017), además de que hacen más uso de
pornografía (Ferron et al., 2017).
Si bien los hombres fueron minoría en esta
muestra, es de resaltar que, a pesar de ello, éstos fueron mayoría en el grupo
denominado “Infieles sexuales”, lo que viene a unirse con la gran cantidad de
estudios que sostienen que los hombres presentan más comportamientos infieles
que las mujeres, situación que puede explicarse por aspectos socioculturales,
bilógicos o evolutivos, ya que los hombres muestran una mayor apertura a tener
más parejas, además de que la infidelidad masculina es culturalmente menos
recriminada que la femenina (Guilbault et al., 2019; Isma y Turnip,
2019; Martins et al., 2015), al señalarse que las variantes sexuales son
un fuerte predictor de la infidelidad sexual en hombres (Romero, Cruz y Díaz,
2008), lo que coincide con esta investigación, ya que este grupo está compuesto
principalmente por hombres.
Es importante señalar que la conducta infiel
es un fenómeno multifactorial, en el cual influyen diferentes factores, por
ello, el análisis de diversas variables puede arrojar luz sobre los mecanismos
que intervienen en ella o la predicen (Negash y Morgan, 2016).
En este sentido, la teoría de los sistemas
ecológicos de Urie Bronfenbrenner resulta muy útil para entender este fenómeno
(Haseli et al., 2019), pues muestra cómo la interacción de diversos
sistemas, como el microsistema, integrado por las características individuales,
pueden mostrar una tendencia a la infidelidad, aunque aspectos como el
mesosistema, es decir, la interacción entre el microsistema individual y el de
otras personas, en este caso la pareja, puede ser un elemento importante, ambos
sistemas analizados en este estudio, al aportar información diferenciada en los
grupos de Infieles y los No infieles.
En esta investigación, aspectos como la
adecuada solución de conflictos o la buena comunicación, elementos incluidos
dentro del mesosistema, resultan característicos de las personas que no tienden
a la conducta infiel, ya se sexual o emocional, por lo que pueden ser
indicadores que como la interacción efectiva con la pareja resulta ser un
factor que previene la conducta infiel.
Las limitaciones de este estudio deben ser
tomadas en cuenta, ya que no hubo equidad en la proporción entre hombres y
mujeres, aunque ése no fue el objetivo del estudio, además, dado que los
participantes son universitarios en su totalidad, estos resultados no son
generalizables para toda la población.
Por último, es importante señalar que la
conducta infiel también puede ser influenciada por factores individuales en las
personas, tales como percibirse como más atractivas, la facilidad para incurrir
en acciones de conquista y cortejo, y un mayor deseo sexual (Arantes, Barros y
Oliveira, 2020), rasgos de personalidad como la extroversión, el neuroticismo,
o los bajos niveles de amabilidad (Van Zyl, 2020), las actitudes sexuales más
liberales (Vowels, Vowels y Mark, 2021), los niveles bajos de autocontrol (Rodrigues,
Lopes y Pereira, 2016), tener un estilo de apego inseguro hacia la pareja
(Guilbault et al., 2019; Negash y Morgan, 2016; Selterman, García y
Tsapelas, 2017), utilizar la infidelidad como un medio para aumentar la
autoestima (Guilbault et al., 2019), o por infidelidades previas en las
parejas anteriores (Martins et al., 2015), variables que se sugiere sean
estudiadas en futuras investigaciones.
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