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¿Qué se debe saber sobre las revistas depredadoras y piratas? |
Si bien el tema de las revistas depredadoras y piratas es
algo que debe llamarnos la atención y revisar con cuidado; es importante
contextualizar y entender por qué llegamos a esto antes de analizar sus detalles.
Los artículos científicos son la evidencia concreta de la producción de
conocimiento, y hoy requisito obligatorio para la difusión de resultados de
investigación. Las modificaciones estructurales que trajo la ola neoliberal de
los años noventa, produjeron un cambio significativo y paulatino en la
concepción de lo que entendemos como sociedad del conocimiento, donde las
reformas de las políticas públicas que se vinculan con el desarrollo de la
investigación y la docencia se hicieron eco del capitalismo académico, creando
la idea de una universidad con visión empresarial, donde la producción
científica tiene valor económico. En este nuevo escenario deben actuar las
personas que se dedican a la docencia y a la investigación, un contexto plagado
de cambios:
[...] la adopción de prácticas
nacionales de acreditación; el cambio en la compensación económica para
profesores universitarios basado en la productividad académica; el crecimiento
de las revistas científicas, las publicaciones; los nuevos roles al interior de
las universidades como coordinador o director de revistas; la mayor presión en
indizar las revistas en las bases de datos ISI Web of
Science o Scopus y la
reducción del financiamiento público (Montes y Mendoza, 2018, p. 3).
De ahí que en la actualidad la frase “publish or perish / publica o perece” se haya convertido en una
especie de chiste macabro y una idea que refleja fielmente una realidad, una
carga que da cuenta de la evolución de la academia en cuanto a la publicación
de artículos científicos. Con el correr de los años, los cambios y medidas
estructurales adoptadas modificaron el panorama científico, de poder publicar
un solo producto en cualquier revista académica a tener que publicar varios en
revistas de alto impacto, a tal punto que se “utilizan con frecuencia el número
de publicaciones acreditadas por un individuo como medida de competencia (…)
durante las contrataciones” (Rawat y Meena, 2014, p. 87). De tal
manera que para acceder a determinados estímulos y garantizar su contratación,
las y los profesores/investigadores constantemente deben publicar artículos en
revistas de calidad internacional. Esta lógica, puesta en marcha por las
políticas públicas y avalada por las instituciones de educación e
investigación, obedece a la posibilidad de acceder a recursos económicos,
mientras mejor posicionada la institución, mayor reconocimiento y posibilidad. En otras palabras, la necesidad de publicar se vincula a
lo anterior, en donde la academia se sujeta a “la creación e imposición de toda
clase rankings y escalafones, de acreditaciones y de reconocimientos de calidad
académica” (Maldonado, 2016, p. 2), para posicionarse con respecto a otras
instituciones y es que
[…]
una parte muy importante de los fondos que sustentan el presupuesto de la
universidad […] son concedidos, por las distintas instancias administrativas y
de investigación, en base al número y calidad de los artículos que sus
docentes-investigadores publican en revistas científicas de impacto (Hernando,
2019, p. 4).
En
términos generales, en la medida en que las y los profesores/investigadores
publiquen artículos en revistas de calidad y de alto impacto, las universidades
recibirán acreditaciones, reconocimientos y clasificaciones que se vinculan
muchas veces al aumento de sus presupuestos, es decir, a mayor producción,
mayor ganancia. Entonces, de forma directa o indirecta, las y los
profesores/investigadores son presionados a entrar en una vorágine de la
publicación. Ante esta necesidad de publicar, nace una demanda real, donde
aparecen empresas que ofrecen, en teoría, lo que todas y todos buscan: publicar
en una revista de forma rápida y que cumpla con los criterios de calidad
mínimos; así nacen lo que conocemos como “revistas depredadoras” y, por otra
parte, surgen las “revistas piratas”, otro tipo de fraude.
Las revistas depredadoras o predatory journals, son
un “modelo de negocio (con tintes de fraude) que ha tenido un gran auge en los
últimos años” (García-Puente, 2019, p. 81), ya que ofrecen facilitar la publicación
–pagando previamente– y sin cumplir a cabalidad con la exigencia de los
procesos tradicionales (certificación, evaluación y arbitraje). Las revistas
piratas, por su parte, son aquellas que hackean la identidad de otras revistas,
es decir, crean una página web similar a las revistas académicas reconocidas,
cobran por publicar, y dado que son revistas “fantasma”, jamás llegan a
publicar el artículo. Por ello, es preciso identificar sus características para
evitar que las y los profesores/investigadores, por la necesidad de publicar,
paguen a revistas cuyo único propósito es la de enriquecerse.
Tomando
como base los procesos y procedimientos de una revista científica tradicional,
avalada por una institución académica, identificamos algunas características y
diferencias de las revistas depredadoras y piratas. A continuación, presentamos
una tabla con los aspectos más relevantes a considerar:
Tabla
1. Características y diferencias entre revistas académicas
tradicionales y revistas depredadoras y piratas.
R
E V I S T A S |
|||
Características |
Tradicionales |
Depredadoras |
Piratas |
International Standard Serial Number (ISSN)* |
Sí, regularmente del país donde se
ubica la institución |
Sí, regularmente son de países de
Asia del este, norte y sur |
Sí, pero corresponde al ISSN de la
identidad de la revista suplantada |
Adscripción institucional |
Sí |
No |
No |
Costo por publicación |
En algunos casos, cargos por
procesamiento de artículos (APC, por sus siglas en inglés) |
Sí, siempre |
Sí, siempre |
Periodicidad |
Regularmente anual, semestral o
trimestral |
Regularmente mensual |
Acorde a la identidad de la revista
suplantada |
Tiempo de publicación |
6 a 8 meses |
De 5 a 30 días |
No hay publicación |
Evaluación por pares |
Sí, regularmente doble ciego |
Lo ofrecen, pero nunca envían
dictámenes |
No hay dictámenes |
Tipo de publicación |
Disciplinaria |
Multidisciplinaria |
Acorde a la identidad de la revista
suplantada |
Indexaciones |
Sí, en bases de datos verificables y
conocidas |
Regularmente no cuentan con
indexaciones, y si tienen alguna se trata de “indexaciones depredadoras”, no
verificables |
Entregan la información acorde a la
identidad de la revista suplantada |
Aspectos legales |
Sí |
Sí, en algunos casos información
falsa o no verificable |
Acorde a la identidad de la revista
suplantada |
Normas editoriales |
Sí |
Sí, regularmente no las exigen |
Acorde a la identidad de la revista
suplantada |
Porcentajes de rechazo |
Entre 70 y 90 % |
No rechazan |
No rechazan |
Identificadores persistentes |
Sí, ORCID, DOI y en algunos casos ROR** |
Sí, solo DOI, en algunos casos, y no
vinculan con ORCID |
No, porque no publican |
Páginas o sitios web |
Sí, regularmente el dominio asociado
a la institución y país de origen |
Sí, regularmente el dominio es: .com,
.net o .org |
Acorde a la identidad de la revista
suplantada |
Invitación a publicar |
No, regularmente se abren
convocatorias |
Sí, envían correos electrónicos
invitando a publicar |
Sí, en algunos casos envían correos
electrónicos invitando a publicar |
Fuente: Elaboración propia, 2022.
* El International Standard Serial Number (ISSN) es un
registro internacional que identifica publicaciones periódicas y consta de un
código de ocho dígitos. Cada país tiene su propia reglamentación en cuanto a la
asignación de este registro.
** Es la sigla de Research Organization Registry, un registro
de organizaciones de investigación. Es considerado el ORCID de las
instituciones de investigación.
Tal
como se observa en la tabla 1, todas las revistas académicas tradicionales
poseen un ISSN y una institución académica que las respalda; no buscan el
lucro, por el contrario, su propósito es fortalecer el conocimiento científico,
proveer información de calidad y apoyar a las y los autores a difundir sus
trabajos de investigación. En algunos casos, estas revistas llegan a cobrar
cargos por procesamiento de artículos o Article Processing Charges
(APCs), que básicamente es una cuota que solicitan para que los trabajos estén
disponibles en acceso abierto. En cuanto a la periodicidad, varía, aunque las
más utilizadas son las anuales, semestrales o trimestrales, y las bimensuales o
mensuales, son las menos; también están las de publicación continua o los pre print. Por el carácter de revistas
arbitradas, por lo general, los números llegan a tener una determinada cantidad
de artículos, debido a los tiempos de evaluación (de 6 a 8 meses en promedio).
Otro
aspecto importante que identifica a las revistas académicas tradicionales, son
el tipo de publicación disciplinaria, es decir, se especializa en determinados
temas, esto es, la multidisciplinariedad no las caracteriza. En cuanto a
indicadores, regularmente no publican un factor de impacto, en caso de
poseerlo, y sólo mencionan las acreditaciones, bases de datos, índices,
catálogos, directorios a las cuales están adscritos y en algunos casos ponen la
imagen de Scimago o Web of Science en la que puede apreciarse el cuartil en el
que se encuentran y tienen un enlace para que las y los usuarios se dirijan la
página en donde obtendrán más información.
En
cuanto a los aspectos legales, las revistas científicas tradicionales publican
toda la información detallada de contacto, dirección y aspectos legales a
considerar. En el caso de México, las revistas están obligadas a publicar un
cintillo legal que indique su última actualización, número de serie de la
reserva de derechos, el ISSN, nombre de los responsables, dirección fiscal y
las licencias que utilizan. Finalmente, detallan las normas editoriales
establecidas, que incluye manuales de estilo, formatos, estructura y tiempos
aproximados del proceso editorial.
En
cambio, a las revistas depredadoras no las respalda una institución académica,
pero sí, en algunos casos, una empresa que no es verificable o es ficticia.
Buscan lucrar, al acelerar el proceso editorial, es decir, aceptan el artículo
de forma casi inmediata para cobrar. El proceso de evaluación tradicional de
pares no se lleva a cabo, a pesar de que es anunciado, regularmente no envían
dictámenes ni correcciones editoriales, ya que mientras más artículos sean
aceptados, mejor será el ingreso; es por ello que en la mayoría de los casos su
periodicidad es mensual y con una gran cantidad de artículos publicados por
número. Incluso crean números especiales para recibir más artículos.
En
sus páginas, las revistas depredadoras, hacen visible un factor de impacto que
es avalado por una base de datos depredadora; no ofrecen información sobres
acreditaciones, y los aspectos legales son difusos, ya que muchas veces la
información de ubicación y dirección no coinciden con la que se encuentra en
los términos y condiciones. Siempre anuncian que sus artículos contarán con DOI[1] como
símbolo de calidad, cuando en realidad no está asociado. Un aspecto relevante
de este tipo de revista es que envían constantemente correos electrónicos a las
y los autores invitándoles a postular sus artículos, o incluso a participar
como editor. Una de las principales características de las revistas
depredadoras es que sí publican los artículos aceptados y tienden a durar años
funcionando en la web, de hecho, algunas de ellas deciden enderezar el camino e
inician procesos de certificación con bases de datos válidas. El problema de
fondo con este tipo de publicaciones es la información que se publica, la cual
no se revisa ni corrige.
En
cuanto a las revistas piratas, éstas suplantan la identidad de otras revistas,
es decir, crean un URL similar o dirección web parecido al de una revista
legalmente establecida y ofrecen los mismos servicios, con la diferencia de que
cobran por publicar, y aunque tienen características similares a las revistas
depredadoras, la principal diferencia es que los artículos jamás se publican,
por lo que el propósito de ellas es hurtar. De manera que, para evitar caer en
estos dos tipos de fraudes, recomendamos:
-
Revisar la lista disponible de revistas
depredadoras en: https://beallslist.net
-
Visitar las páginas gratuitas de bases
de datos vinculadas con el mundo académico, en donde pueden encontrarse
revistas que han pasado por un proceso de certificación entre las que podemos
mencionar:
-
Scimago Journal & Country Rank: https://www.scimagojr.com/
-
Web of Science:
https://mjl.clarivate.com/home
-
Directory of
Open Access Journals (doaj): https://doaj.org/
-
Scientific
Electronic Library Online (scielo): https://www.scielo.org.mx/
- Red
de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal
(Redalyc): https://www.redalyc.org/
-
Cumplir los pasos sugeridos de https://thinkchecksubmit.org/
para identificar editores de confianza.
-
Utilizar la Matriz de Información para
el Análisis de Revistas (MIAR) para verificar la existencia del ISSN, el
vínculo con la página web original y sus acreditaciones e indexaciones: https://miar.ub.edu/
Finalmente, es necesario reflexionar en
torno al escenario que enfrentan hoy las y los profesores/investigadores y las
condiciones que impone el capitalismo académico. “Publicar o perecer” pareciera
ser una broma sana, sencilla, un chiste como tantos otros, pero en realidad es
una radiografía a una idea macabra de esclavitud posmoderna, donde fácilmente
podemos ajustar el dicho popular a “dime dónde publicas
y te diré cuánto vales”. Las formas en que la política pública y las
instituciones han adoptado para dotar de valor económico a la investigación y a
la producción de conocimiento están fuera del valor intrínseco de lo que
significa el desarrollo natural del conocimiento y sus tiempos. Esta situación,
como cualquier proceso mercantil, genera nichos de negocio, donde no se está
lucrando con el trabajo de una persona sino con la necesidad de la misma.
La revistas depredadoras y piratas
vienen a evidenciar lo fracturado y frágil que está el sistema de validación de
la producción científica, donde sin hacer mucho ofrecen lo que se necesita:
vender una vía para liberar presión. Habrá que tener mucho cuidado cuando
recibamos un correo electrónico invitándonos a publicar y queramos someter
nuestro artículo, nuestro trabajo; así que como regla deberá verificarse la
autenticidad de la revista, porque de lo contrario no sólo estaremos perdiendo
dinero sino también credibilidad. Les invitamos a revisar minuciosamente cada
revista en la que piensan someter sus trabajos para que cuando la elijan tengan
la plena confianza de que es una genuina revista científica.
Referencias
bibliográficas
Hernando, A. (2019). Por qué y para qué
debemos publicar. Revista comunicar. Escuela
de autores [blog]. https://doi.org/10.3916/escuela-de-autores-109
García-Puente, M. (2019). La epidemia
de las revistas depredadoras. Pediatría
Atención Primaria, 21(81), 81-85. http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S113976322019000100019&lng=es&tlng=es
Maldonado, C. (2016). El capitalismo
académico: las universidades como entidades del mercado y mercadeo [ensayo]. Crítica.cl, revista latinoamericana de
ensayo. https://critica.cl/educacion/el-capitalismo-academico-las-universidades-como-entidades-del-mercado-y-mercadeo
Montes, I. y Mendoza, P. (2018).
Docencia e investigación en Colombia desde la perspectiva del capitalismo
académico. Archivos Analíticos de
Políticas Educativas, 26(40). http://dx.doi.org/10.14507/epaa.26.3220
Rawat, S. y
Meena, S. (2014). Publish or perish: Where are we heading? Journal of
Research in Medical Sciences, 19(2), 87-89. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3999612/
[1] El
Digital Object Identifier (DOI) es una clave numérica que se compra a una
empresa, la más utilizada es Crossref (previo pago de membresía anual) para
identificar un objeto digital, en este caso, el artículo. Es considerado un
identificador persistente.