El rumor, el humor y el amor Anna M. Fernández Poncela Universidad Autónoma Metropolitana- Xochimilco/Juan Pablos Editor, Francisco
Vázquez Guillén El
Colegio de la Frontera Norte https://orcid.org/0009-0006-3138-5320 |
Resulta
inevitable, al leer el libro que aquí se reseña, recordar lo que apenas hace
cuatro años sucedió en la pandemia de Covid-19. Tanto la emergencia sanitaria
de 2020 con el coronavirus como la de 2009 con el virus de influenza AH1N1
incidieron significativamente en la manera en que, en aquellos momentos, nos
relacionamos con nuestra cotidianidad. No obstante, una vez que las autoridades
gubernamentales, así como los medios de comunicación, dejaron de poner énfasis
sobre estos temas, la experiencia de lo acontecido pareció entrar en ese vaivén
entre el recuerdo y el olvido que caracteriza a la memoria colectiva. Así, vale
la pena reflexionar la pandemia como un asunto de memoria, y como tal debemos
considerar que esta se construye en red y desde distintas dimensiones, es
decir, a partir de las percepciones, sentimientos y pensamientos de diversos
actores, y no desde un punto de vista hegemónico.
En estas coordenadas podemos ubicar el libro intitulado El
rumor, el humor y el amor en tiempos de la influenza (México, 2009) de Anna
María Fernández Poncela[1],
el cual, desde la perspectiva académica, abona a crear un valioso archivo que
da cuenta de los hechos que, en 2009, los habitantes de la Ciudad de México
vivieron en torno a la pandemia por el virus de la influenza AH1N1. Por lo
tanto, un aspecto valioso de este trabajo de investigación se halla en que,
desde un análisis propio de las ciencias sociales, se presentan las voces de
las personas que vivieron esta emergencia sanitaria, lo cual es un complemento
a los discursos gubernamentales y periodísticos, que ayudan a comprender la
manera en que este suceso se ha constituido como parte de la memoria de los
capitalinos.
Cabe destacar que
los estudios culturales nos dan la oportunidad de ver desde otra perspectiva el
valor del texto aquí reseñado, ya que la
investigación nos presenta a la pandemia de 2009 como un momento en el que a
través del rumor y el humor afloró la tensión en la relación entre los
habitantes de la capital, las autoridades gubernamentales y los medios de
comunicación. El texto nos recuerda que los productos culturales, como cosas
ordinarias y cotidianas, expresan y dan cuenta de las relaciones de poder que
viven las personas dentro de una sociedad, las cuales desatan emociones y
sentimientos que inciden en los procesos de significación, es decir, en las
maneras en que damos sentido a lo que experimentamos.
Esta obra, editada en 2022 por la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM) y por Juan Pablos Editor, toma como ejes estructurantes al
rumor y al humor, los cuales la autora comprende como ejercicios de expresión
de las experiencias cognitivas y emocionales que se encarnan a partir de
ciertas vivencias, en este caso, la pandemia por influenza AH1N1. El marco
teórico con el que se vinculan estos conceptos abreva del diálogo entre la
teoría cultural, la teoría de las emociones, la teoría del lenguaje, así como
de la teoría de la mediación.
El trabajo teórico-conceptual que la autora propone
localiza en la complejidad sociocultural al rumor y al humor, al considerarlas
expresiones cargadas de emociones que permiten a las personas comprender lo que
está sucediendo y a la vez construir discursos sobre cómo se está significando
eso que se vive. En este sentido, ella, se posiciona desde el enfoque político
de las emociones, es decir, comprender las emociones, y los productos que
surgen de estas como reacciones a los sucesos sociohistóricos que vivimos, a la
vez que se reconoce que las emociones producidas y performadas
dan sentido a tales hechos. Emociones, afectos y sentires surgieron a partir
del AH1N1, sin embargo, todas esas reacciones constituyeron, a través del rumor
y el humor, lo que la pandemia significó para los habitantes de la Ciudad de
México.
El trabajo teórico-conceptual de esta investigación se ve
acompañado de un amplio trabajo de recolección de datos, los cuales albergan
las percepciones, valoraciones, opiniones y demás consideraciones de los
habitantes de la Ciudad de México que en su momento experimentaron la
emergencia sanitaria de 2009. Con encuestas, entrevistas, grupos de enfoque,
así como la observación participante y la revisión de algunas publicaciones en
internet, Fernández Poncela reunió la base de datos sobre la cual construiría este
libro. La metodología que siguió la aplicación de cada una de estas técnicas de
investigación se encuentra plenamente detallada en la introducción general.
El libro tiene cuatro grandes apartados, además de la
sección de introducción y conclusiones. Es importante mencionar, antes de pasar
al resumen de cada uno de ellos, que los capítulos cuentan con una introducción
que nos presenta una vasta y nutrida contextualización histórica y teórica de
los conceptos con los que se trabaja. En la introducción general, además de
encontrar el desarrollo metodológico que la investigación siguió, se presenta
una interesante y breve contextualización histórica sobre cómo se han
significado los conceptos de pandemia y de enfermedad/salud en distintos
momentos y lugares.
El capítulo “El laberinto informativo” trata sobre la
relación de los capitalinos con los medios de comunicación y el gobierno
durante la pandemia, aspectos como la confianza en lo comunicado, así como en
las medidas sanitarias que se tomaron. En el siguiente capítulo, “El laberinto
cultural y sentimental”, nos encontramos con una revisión sobre el significado
que adquirieron las emociones: miedo, enojo, tristeza, alegría, amor, en el día
a día de las personas durante la emergencia sanitaria. En el tercero, “Elogio y
desenmascaramiento del rumor: epidemia de virus rumorológico
sobre el virus AH1N1”, se presentan y analizan las narrativas (rumores) que
comenzaron a circular entre la población estudiada en torno a distintos
aspectos de la enfermedad: sus orígenes, las consecuencias que tenía el
contagio, las intenciones del gobierno, etc. Finalmente, en “Lo cómico, el
humor, la risa y los chistes son una cosa muy seria: ‘¿Qué le dijo el DF a la
influenza? ¡Mira cómo tiemblo!’” se hace un análisis de los chistes,
caricaturas y demás imágenes que circularon en este periodo y de cómo
reaccionaron las personas. Mientras que en las conclusiones vemos lo
significativo que resultaron el rumor, el humor y el amor para la población que
se estudió en tanto estos permitieron la expresión de sentimientos y creencias
respecto a la situación social que se vivía; se enfatiza, por ejemplo, la
desconfianza de lo que el gobierno comunicaba.
Esta investigación contribuye a reflexionar en torno a
cómo se ha comprendido la pandemia de AH1N1 de 2009, desde la articulación del
rumor, humor y emociones en las consideraciones de las personas que
experimentaron tal suceso en la capital mexicana. Aquí cabe introducir una
breve crítica al título del libro, en el que se menciona: la pandemia de 2009
en México, sin embargo, es importante puntualizar que el estudio solo abarca al
territorio conocido hasta entonces como Distrito Federal. Así, se sugiere que
en vez de “México, 2009” el título fuera “D.F./CDMX, 2009”, pues se considera
importante subrayar que, si bien en aquel momento la influenza tuvo su mayor
impacto en el centro, no hay que olvidar que la experiencia de la capital no
representa la de todo el país. Aunque este punto resulta muy valioso, pues deja
abierta la posibilidad de estudiar cómo se significó y vivió esta pandemia, o
incluso la de 2020, en distintos estados de la república.
Por último, la autora nos ofrece, sin ser su intención
principal, un estudio sobre memoria que expone cómo se vivió en esta localidad
la pandemia desde un enfoque distinto a los discursos gubernamentales, en el
que los datos y narraciones presentados nos permiten entrar en contacto con la
risa, la ira, el llanto… la vida. Así, este estudio nos recuerda que lo que
ahora se encuentra en la memoria alguna vez estuvo encarnado y por tanto hubo
personas que sintieron. Aspecto importante a considerar
en otras investigaciones académicas que intentan dar cuenta de los procesos
sociohistórico-culturales, pues, ni sociedades ni personas existimos sin
emociones, afectos y sentimientos.
Luis Francisco Vázquez
Guillén
Mexicano.
Estudiante de la
maestría en Estudios Culturales de El Colegio de la Frontera Norte (Tijuana,
México). Licenciado en política y gestión social (UAM-Xochimilco). Ha tomado
diplomados, cursos y talleres relacionados al arte teatral y a la gestión
artística-cultural.
[1]
Profesora-investigadora del
Departamento de Política y Cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Unidad Xochimilco, Ciudad de México.