Voces de niñez
migrante en Chillán. Relatos
de mitos y leyendas sin
fronteras María Loreto Mora Olate (Recopiladora) Ariadna Ediciones, ISBN:
978-956-6276-04-3 Federico Pastene Labrín Universidad
del Bío-Bío
|
Durante la
última década el sistema escolar chileno, principalmente el de dependencia
estatal, viene acogiendo niñas, niños y adolescentes migrantes que provienen en
su mayoría de América Latina y el Caribe, quienes se enfrentan a un currículum
monocultural y chilenocentrado (Mora-Olate, 2022). Esta situación genera una
doble demanda. Por un lado, la inclusión curricular de la diversidad cultural
de origen migrante y, en definitiva, del patrimonio cultural que portan dichas
infancias. Y, por otro lado, el profesorado no cuenta con un adecuado y
pertinente recurso educativo para lograr dicho propósito.
En este contexto surge el libro Voces de niñez migrante en Chillán.
Relatos de mitos y leyendas sin fronteras, de la Dra. María
Loreto Mora Olate, profesora-investigadora postdoctoral en el Departamento de
Educación, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile e
integrante de GRIETAS, Núcleo de Investigación en Educación, Lengua y Cultura.
El libro es fruto de un proceso de investigación etnográfica en un ámbito
local como lo es la ciudad de Chillán, a la sazón capital regional de la Región
de Ñuble, emplazada en la zona macrocentro sur de Chile, y que no ha estado
ajena a la migración latinoamericana y caribeña. La obra fue financiada por el Ministerio
de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile, a través del proyecto Fondart Regional Ñuble, línea Culturas
Migrantes, modalidad Investigación en su convocatoria 2023.
El libro inicia con
un acertado prólogo de la escritora chilena María José Ferrada, quien en la
actualidad es una de las autoras más destacadas de la literatura infantil y
juvenil en nuestro país y que ha recibido el Premio Iberoamericano Cervantes
Chico. La reconocida escritora alude a que una de las características de niñas
y niños es formular preguntas y desde este ámbito a ella le ha interesado cómo
se inventan las historias. Prosigue su reflexión enfatizando que existen,
además, diferentes tipos de historias, específicamente, las historias sin autor
conocido, como los mitos y leyendas rescatados en este libro.
A continuación, se
despliega una nota metodológica con el planteamiento del problema, la pregunta
de investigación central: “¿Cuáles son los relatos de la tradición oral de sus
países de origen que permanecen en la memoria de niñas/os migrantes avecindados
en Chillán?” (Mora, 2023, p. 13), seguido de los objetivos del proyecto y el
desarrollo de los conceptos teóricos centrales como es el caso del Patrimonio
Cultural Inmaterial, que para la UNESCO “comprende las tradiciones o
expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros
descendientes” (UNESCO, 2013), además de la conceptualización de las nociones
de literatura de tradición oral, mitos y leyendas. Por último, en este apartado
se incluye la descripción de la metodología cualitativa, el contexto y sus
participantes, así como la recolección de datos y las consideraciones éticas,
entre otros aspectos.
Tal como se
introduce en el libro, constituye una investigación recopilatoria de mitos y
leyendas, que en total suman 34 relatos provenientes de ocho países de América
Latina y el Caribe, contados por niñas y niños cuya edad fluctúa entre los 6 y
11 años, quienes
ilustraron las historias a través de diferentes técnicas pictóricas. El corpus
se organiza en tres capítulos, según las escuelas públicas de las cuales son
parte: Escuela República de México, Escuela Reyes de España y Escuela Juan
Madrid Azolas, establecimientos históricos y de gran tradición educacional en
la ciudad de Chillán.
Desde Argentina nos relatan “La ciudad desaparecida de
Esteco”; de Bolivia, “El Guajojó”; de Colombia, “La Llorona”, “El
Sombrerón” y “La Patasola”; de Cuba, “El Güije”; de Ecuador, “Guayas y Quil”;
de El Salvador, “El Cipitío”; de Perú, “La bruja convertida en Lobo”; y
desde Venezuela, “El Silbón”, “Juanita Mayo”, “La Sayona”, “La leyenda
del cerro Autana”, “María Lionza”, “La Viracocha”, “Waraira Repano”, “La loca
Luz Caraballo”, “La Llorona” y “Playas de Venezuela”. Junto a los relatos, se
incluyen los valiosos testimonios de tres docentes de origen cubano y
venezolano que colaboraron en el proyecto y que trabajan con los estudiantes
abordados.
Finaliza la obra con un epílogo autoetnográfico de la
autora recopiladora, donde cuenta la experiencia vivida directamente con los
estudiantes, en los diálogos sostenidos con ellos, las metodologías empleadas
para evocar sus relatos y, a la par, escuchar sus historias personales y
familiares, de cómo hicieron el periplo para llegar a Chile, sus aspiraciones y
sueños, las preocupaciones del presente, en suma, el aprendizaje metacognitivo
que significó esta investigación in situ. Y un recurso de autentificación
del estudio realizado se completa con un valioso anexo fotográfico que resume
el trabajo de campo. Las variadas imágenes muestran las diversas actividades
desplegadas por los estudiantes en sus aulas en el contacto con la
investigadora y las docentes ayudantes. El entusiasmo vivenciado desborda los
registros de una experiencia inolvidable para estas niñas y niños, que tres
emblemáticas escuelas públicas de Chillán los han acogido con genuina
fraternidad.
De los relatos oídos desde estas voces infantiles, uno
es el que más se reitera. Se trata de “El Silbón” con 12 versiones diferentes
de niñas y niños de Venezuela. Esta historia cuenta que un
niño mimado por sus padres un día rechazó la comida de su madre, porque él
quería comer venado. Cuando
fueron a cazar su padre no encontró un venado, lo cual causó la molestia del
hijo, quien, en ataque de ira, le sacó las tripas a su padre y se las entregó
a su madre. Cuando ella se enteró́ de que eran las tripas de su esposo, entró
en pánico y el abuelo, lo castigó severamente. Finalmente, el niño es devorado
por los perros y las voces autentificadoras del relato refieren a que él
deambula con un saco cargando los huesos de su padre.
Desde el punto de vista de los géneros literarios, las
historias contadas se agruparían en los subgéneros narrativos de mito y leyenda
(García y Huerta, 2023). El mito es un tipo de historia que
concierne generalmente a un dios u otra creatura divina, nos precisa Frye
(1971). Prosigue el autor que el mito así comprendido está asociado a las
culturas primitivas o a periodos arcaicos de culturas más desarrolladas. Ellos
explican por qué se observan ciertos ritos, explican el origen de la ley, de
los tótems, de los clanes, describen la evolución de ciertos fenómenos
naturales. En la recopilación, por ejemplo, las historias de “María Lionza”, se
aproximan al mito. Considerada “la reina madre y diosa del culto que lleva su
nombre. Es la protectora de la naturaleza, y se caracteriza por ser una mujer
de inigualable belleza, que vive en un palacio situado en una cueva, bajo un
lago en las montañas del norte” (p. 35). Dada la heterogeneidad textual, pueden
mezclarse rasgos de la leyenda como ha ocurrido en el caso anterior y también
en la “Leyenda de cerro Autana”, “El Cipitío” o “Waraira Repano”, pero que, sin
embargo, prevalecen los componentes del mito.
En la obra
reseñada, efectivamente, predominan las leyendas. Para Morote (2010), la
leyenda es uno de los géneros narrativos orales que se mantiene con más fuerza
en la tradición, penetra junto al cuento en el mundo moderno y pone de
manifiesto la necesidad humana de contar y de que nos cuenten como un rito del
que no se puede prescindir. Sus límites con otras formas narrativas orales no
están nada claros para nadie, ya que la leyenda participa de personajes y
características del mito, del cuento, del romance, de la fábula, etc.; es en
parte histórica como en la leyenda “La loca Luz Caraballo” del libro reseñado;
real, fantástica y explicativa de algunos accidentes y lugares geográficos,
como el cerro el Ávila en Venezuela (“Waraira Repano”).
En la leyenda
tienen cabida los problemas y las preocupaciones del ser humano de todos los
tiempos (Morote, 2010): la vida y el amor (“María Lionza”), la enfermedad (“La
Viracocha”), la muerte (“El Silbón”), la comunicación con el más allá; la
presencia de seres reales y extraterrenales con poder para ocasionar el bien y
el mal (“La Llorona”); el valor de la religión en la vida del ser humano de
todas las épocas (“Leyenda del cerro Autana”) y su importancia como base de
creación de relatos. Con la leyenda nos introducimos en los dominios de una
historia que, si a veces puede estar anclada en lo real, otras se escapan de la
realidad y nos introduce en lo maravilloso (“El Güije”), lo fantástico, lo
extraordinario, lo paranormal (“El Guajajó”), todo lo cual irrumpe con una
fuerza inusitada en ciertas formas de vida actual y está contribuyendo a la
permanencia de una narración imaginativa, tradicional y postmoderna.
A partir de lo
planteado por Adam y Heidmann (2004), en cuanto a que el efecto de textualidad
es inseparable del efecto de genericidad, un recurso estético que distingue
claramente la leyenda de otros géneros es lo que se ha denominado como
‘autentificación del relato’ (Siviero, 2014) y que hemos deseado relevar,
aprovechando la lectura de la obra reseñada. La leyenda se sitúa en un marco
espaciotemporal muchas veces preciso y real. Este anclaje en el tiempo y, sobre
todo, en un espacio familiar contribuyó originalmente a ganar apoyo y reforzar
la cohesión de una sociedad inmersa en un mismo sistema de representaciones y
creencias. Para reforzar este apoyo, la leyenda a veces indica las fuentes que
la inspiraron, cita un testigo directo de la historia, ella misma toma la forma
de un testimonio, o afirma explícitamente su autenticidad (IRPD, 2023).
Gracias a la
evocación que realizan las niñas y niños en sus historias, este mecanismo
genérico se textualiza de diferentes maneras, aunque no lo perciban
directamente, pero ellos han colaborado en hacerlo patente y distintivo: “El
perro del diablo empezó a perseguirlo infinitivamente y así se convirtió en el
Silbón, que anda caminando por las llanuras y por las casas (…)” (p. 26); “Se
dice que anda el niño deambulando con un saco cargando los huesos de su padre”
(p. 27); “Se dice que mata a mujeriegos y que vive en los llanos venezolanos”
(p. 51); “Hay rumores que el joven sigue rondando por las calles y que mata a
los hombres mujeriegos” (p. 61); “Dicen que quienes lo ven, que su cara es
diabólica…” (p. 42). En suma, las voces autentificadoras del relato figuran a
través de supuestos testigos, que “cuentan que…”, dejando una ambigüedad entre
ficción y realidad. Porque la leyenda es un juego de espejos. Es una especie de
metalepsis, se abre un portal o bien se sale de él hacia el tiempo actual, el
tiempo del lector, de ahora, el tiempo del relato. Se genera una expectativa y
una tensión entre el mundo real y el ficticio. Es el efecto de la
desautomatización que se quiere imprimir para seducir, convencer, a este lector
que la historia no solo es verosímil sino también veraz.
Sin lugar a dudas,
las voces de niñas y niños latinoamericanos rescatados en este libro no han
hecho más que actualizar los relatos de las leyendas, traerlas al presente,
rescatarlas de la memoria colectiva, darles su sello particular. Por lo tanto, el libro y los demás productos
derivados del proyecto, video y podcast que contienen el relato oral de
una selección de relatos en las voces de las niñas y niños, son accesibles a
través del código QR ubicado en la contraportada, ponen en valor el patrimonio
cultural inmaterial oral migrante; y por consiguiente, serían favorecedores de
un enfoque de pertinencia educativa en las escuelas de nuestro país, al velar
por el derecho a la identidad cultural de dichas infancias y adolescencias.
Este derecho tiende a verse tensionado por la monoculturalidad del currículum
escolar chileno, que resulta poco pertinente y ajeno para el estudiantado
migrante. Es así como uno de los cinco ejes estratégicos de la actualización de
la Política de niños, niñas y estudiantes extranjeros, publicada recientemente por el Ministerio de
Educación de Chile (Mineduc, 2024), refiere a la generación experiencias
educativas pertinentes y relevantes, lo cual implica contar con “recursos
educativos que valoren la diversidad y promuevan el diálogo intercultural”
(Mineduc, 2024, p. 21). Por ello, este material dialoga con dicha política y la
hace vívida, no solo por traer la memoria histórica de quienes han migrado a
las aulas chilenas, sino que este ejercicio se realiza desde las propias voces
de niñas y niños migrantes.
En suma, esta publicación constituye un valioso aporte
a las letras infantiles y juveniles que surge de un proyecto de investigación
inédito y pionero y que marcará un hito trascendental por su contribución a la
lectura, a la valoración de las culturas migrantes y al proceso educativo en
general, que viene a deleitarnos con la rica tradición oral de nuestros
hermanos latinoamericanos.
Referencias
bibliográficas
Adam, J. y
Heidmann, U. (2004). Des genres à la généricité. l’exemple des contes
(Perrault et Les Grimm). Langages, 38(153), 62-72.
Frye, N. (1971).
Littérature et mythe. Poétique, 8, 489-514.
García, A. y Huerta, J. (2023). Los géneros
literarios. Sistema e historia. Cátedra.
Institut de
Recherche et de Documentation Pédagogique [IRPD]. (2023). La légende. https://www.irdp.ch/institut/definition-3845.html
Ministerio de
Educación de Chile [Mineduc]. (2024). Política de niños, niñas y estudiantes
extranjeros. Garantía del derecho a la educación de personas en situación de
movilidad: Educación Parvularia, Educación Escolar, Educación Superior. https://www.mineduc.cl/wp-content/uploads/sites/19/2024/01/23.01.23-Documento-Política-Estudiantes-extranjeros-digital.pdf
Mora-Olate, M. (2022). Enseñanza de la historia en aulas
chilenas con escolares migrantes: tensiones desde los discursos docentes. Diálogo Andino, 67,
158-169. https://n9.cl/vup8q
Mora, M. (2023). Voces
de niñez migrante en Chillán. Relatos de mitos y leyendas sin fronteras.
Ariadna Ediciones. https://doi.org/10.26448/ae9789566276050.84
Morote, P. (2010). Aproximación
a la literatura oral. La leyenda entre el mito, el cuento, la fantasía y las
creencias. Perifèric Edicions
Organización de las
Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura [UNESCO]. (2013). ¿Qué
es el patrimonio cultural inmaterial? https://ich.unesco.org/es/que-es-el-patrimonio-inmaterial-00003
Siviero, D. (2014).
Formas de autentificación del relato en la narrativa castellana medieval de
temática histórico-geográfica. Algunos ejemplos. En F. Massip. (Coord.). Repensar
el sombrío Medioevo. Nuevas perspectivas para el estudio de la cultura
medieval y de la temprana Edad Moderna (pp. 214-231). Reichenberger.
Federico Pastene Labrín
Mexicano.
Estudiante de la
maestría en Estudios Culturales de El Colegio de la Frontera Norte (Tijuana,
México). Licenciado en política y gestión social (UAM-Xochimilco). Ha tomado
diplomados, cursos y talleres relacionados al arte teatral y a la gestión
artística-cultural.