Introducción

Vulnerabilidad Social: aportes para los estudios culturales

Ana Isabel Zermeño Flores y Edwin G. Mayoral Sánchez

Vivimos en un mundo de creciente globalización, una época en la que el desarrollo y penetración masiva de los medios y las tecnologías de información y comunicación favorecen la expansión de una conciencia global sobre lo que acontece en el orbe, se trate de los grandes eventos o de las pequeñas pero curiosas anécdotas de los ciudadanos comunes. Esta conciencia global nos alerta sobre los riesgos y contingencias de fenómenos naturales y sociales a la vez que evidencia las vulnerabilidades de las personas, la infraestructura y los procesos.

Ser vulnerable (del latín vulnerabĭlis) significa que se es susceptible de ser herido o dañado física, psicológica o moralmente. La vulnerabilidad social se refiere a la capacidad de respuesta de una entidad o sistema ante los ambientes físicos o sociales; es un concepto teórico que mayoritariamente se ha aplicado en el ámbito de los desastres naturales. No obstante, la potencialidad analítica de esta perspectiva permite emplearlo en la comprensión de otros fenómenos sociales como la exclusión, la violencia, la identidad, las industrias culturales, la construcción del tejido social, entre otros.

Precisamente, el presente cuerpo de artículos temáticos aborda diferentes objetos de estudio (cultura juvenil industrializada, escritura terapéutica, identidad académica, desastres naturales y discriminación) desde la perspectiva de la vulnerabilidad social con la intención de aportar a su discusión desde otras trincheras disciplinares (ciencias políticas, comunicación social, historia, psicología, educación).

Los textos que se integran derivan del Seminario de Investigaciones Sociales, Culturales e Históricas (SISCH), el cual fue concebido como un dispositivo para activar la sinergia entre las áreas de conocimiento de las ciencias sociales y humanas de la Universidad de Colima.

El SISCH surgió a inicios de 2014 con el objeto de socializar con el público general el trabajo que realizaban los académicos del Centro Universitario de Investigaciones Sociales (CUIS) de dicha institución. Los coordinadores del seminario en ese entonces fueron Adriana Cruz-Manjarrez y Francisco Javier Delgado Aguilar. En el 2015 el SISCH creció, a los investigadores del CUIS se sumaron otros provenientes del programa de Doctorado en Ciencias Sociales y de otras dependencias afines. El propósito era fomentar el intercambio de ideas y la reflexión sobre experiencias de investigación concretas, para lo cual se destacaban los objetos de estudio y los enfoques teórico-metodológicos, con esto se logró identificar tendencias de estudio comunes entre los participantes (jóvenes y juventudes, familia y género, análisis y creación literaria; así como historia, política, sociedad y academia) para, en un futuro, desarrollar proyectos colectivos. El coordinador de entonces fue Francisco Javier Delgado Aguilar. Para el 2016, gracias al mapa trazado el año anterior, el SISCH transitó hacia una lógica de producción colectiva. La meta fue impulsar la discusión interdisciplinar, la colaboración entre los diferentes cuerpos académicos y dependencias relacionadas a las ciencias sociales y humanidades de la institución y estimular la vida académica del Doctorado en Ciencias Sociales. El propósito era publicar una obra original que propiciara el trabajo colectivo. Quienes coordinaron esta versión del seminario fueron Ana Isabel Zermeño Flores y Edwin G. Mayoral Sánchez.

La dinámica consistió en: a) Seleccionar un eje temático actual y pertinente, desde el cual discutir los diversos objetos de estudio de los participantes en el seminario concluyendo que éste sería el de vulnerabilidad social. b) Se conformaron grupos de trabajo por temas de interés cuyo producto sería un artículo en coautoría entre investigadores y de preferencia que integraran estudiantes del doctorado; en ningún caso se aceptarían textos individuales. c) Las discusiones serían en diferentes niveles para garantizar el flujo de las ideas: entre los autores de cada artículo, entre los grupos temáticos y en el pleno del seminario; además de las sesiones con invitados especialistas en el tema.

Esta modalidad presentó dos retos significativos para el grupo; por un lado, para la mayoría implicó aproximarse a una nueva perspectiva teórica que obligó a rever los objetos de estudio particulares y, por el otro, a trabajar de manera colegiada los intereses de investigación y lógicas de operación individuales. Consideramos que los resultados de este ejercicio son significativos para el campo académico, particularmente para quienes trabajan la vulnerabilidad social aplicada a objetos de estudio ajenos a los desastres naturales y buscan aproximaciones novedosas para su discusión.