De
contrabando y mojado.
La frontera imaginada
(México-Estados Unidos)
Humberto
Félix Berumen
Universidad
Autónoma de Baja California
Mexicali,
México, 2017, 160pp
ISBN: 978-607-607-407-7.
Marlene Solís
Pérez
https://orcid.org/0000-0003-1796-3025
El Colegio de la Frontera
Norte
msolis@colef.mx
El
libro que nos presenta Humberto
Félix Berumen es una brújula para quienes
estudiamos las fronteras. Nos ofrece
coordenadas precisas para entender su dimensión
simbólica, pero, sobre todo,
para dar el justo valor al carácter cultural de
éstas. De cierto modo, es una actualización
de la discusión que da lugar a lo que se ha llamado el giro
cultural, que es el
reconocimiento de la importancia de los sistemas de
significación en la
construcción de la realidad social, como él mismo
señala: “...las fronteras
también existen por y a través de los discursos
que las imaginan, las articulan
y las representan” (p.7). El libro consta de cinco
capítulos: 1. Fronteras,
territorio y representaciones; 2. Memorias migrantes. Relatos de
frontera; 3.
De contrabando y mojado/ la frontera del migrante; 4. Cantares del
narcotráfico/la frontera estigmatizada y 5. El efecto
frontera. En conjunto, el
texto constituye una pieza más de los estudios que ha
realizado el autor,
primero para entender la ciudad-frontera de Tijuana con
‘Tijuana la Horrible’
(El Colegio de la Frontera Norte, 2011) y después para
aventurarse en los
debates acerca de la condición fronteriza y sus
representaciones en el ensayo
‘Fronteras reales/Fronteras escritas’ (Instituto
de Cultura de Baja California, 2015). Su
bagaje, tanto en el análisis literario de la obra de
escritores del norte de México
y como cronista urbano, le ha permitido profundizar en el conocimiento
acerca
de la frontera de México-Estados Unidos y de sus procesos,
particularmente, en
la memoria y el imaginario colectivo que se ha construido alrededor de
una
frontera que ha sido referente teórico –laboratorio
dicen otros–
para
una producción académica y
artística abundante.
En
el primer capítulo el autor
presenta los elementos teóricos acerca de la frontera,
contando, como punto de
partida, que se trata de una realidad multidimensional y
heterogénea que –siguiendo
a Pierre Bourdieu dice
Félix Berumen–
existe dos
veces: como realidad y como símbolo. Para ello, se propone
indagar sobre su
formación, funciones sociales, territorialización
y fronterización y práctica
social, lo que corresponde a preguntarse cómo se viven y
cómo se representan.
De esta manera, nos va introduciendo en el tema y fundamentando la
propuesta
analítica desde la que elabora los otros tres
capítulos que le siguen, que se
encuentran centrados en el análisis de distintos
dispositivos
simbólico-discursivos que construyen, figuran y configuran
el imaginario
fronterizo.
En
principio, el autor nos advierte
que uno de los rasgos más relevantes de la frontera es su
doble función,
disyuntiva y asociativa, lo cual la hace de naturaleza ambivalente y
contradictoria. Siendo el resultado de hechos históricos,
tiene un origen, una
genealogía y un conjunto de transiciones. Además,
señala que las fronteras son
tanto construcciones sociales básicas como constitutivas,
necesarias e
imprescindibles, a través de ellas podemos advertir las
similitudes y las
diferencias, podemos clasificar.
Al
hablar de la ocupación de la
frontera el autor recupera la noción de
fronterización, es decir, de las formas
en que se materializa, se objetiva el límite territorial.
Hablamos entonces de
un proceso de definición, delimitación y
demarcación; constatando que la
construcción de la frontera no es solamente un hecho formal,
un acuerdo entre
estados nacionales, sino una vivencia, un objeto de
simbolización y de variadas
representaciones.
Además,
se precisa que la frontera no solamente es un límite sino
que es un territorio,
implica una zona fronteriza y una región transfronteriza. El
flujo constante de
personas, mercancías, valores económicos y
símbolos implica un tejido social
que le da soporte, por tanto, un conjunto de relaciones
transfronterizas,
formales e informales, individuales, familiares, colectivas. De este
modo, el
territorio fronterizo es un espacio intermedio, resultado de la
interculturalidad, de intensos proceso de desterritorialidad, de
mezclas, de transculturación
e hibridación.
Como
espacio vivido, genera imaginarios que vamos elaborando con el fin de
hacer la
vivencia inteligible. El imaginario social de la frontera se nutre por
la
práctica de numerosos agentes y sus disputas. Como espacio
social no es inerte
sino que se actualiza continuamente, requiere de la
repetición y de su
reproducción. La fronteridad es la vivencia intensa o
débil y la significación
que se asocia a esa vivencia, sea como conexión o como
separación.
El
autor señala que la principal práctica de la
frontera es la de atravesar, y es
en este trasiego cómo se van generando prácticas
cotidianas, modos de vida,
hábitos y una cultura fronteriza. A fin de enfatizar el
carácter dinámico de
este territorio nos dice de la fronterización de la
frontera, es decir, el
conjunto de procesos de construcción de la frontera,
procesos que no solo
implican materialidad sino la experiencia de vivirla y los imaginarios
que se
van entretejiendo a lo largo del tiempo y de todos las personas
involucradas.
De tal manera que la frontera, más que pensada y trazada
desde arriba y desde
los centros de poder, es apropiada por quienes la habitan. En esta
apropiación
se convierte en un lugar, en una realidad concreta. Al mismo tiempo la
vivencia
va generando fronteridad, esto es, la configuración de lo
fronterizo como
realidad tangible, como símbolo y como realidad imaginada.
El
análisis propiamente de las representaciones de la fronteras
inicia en el
capítulo dos, y tiene como referente el libro de Abril Trigo
(2003) intitulado
Memorias migrantes. El valor de este libro, apunta el autor, reside en
que
estructura las experiencias personales por medio de narrativas,
haciendo así
inteligibles y visibles las vivencias de la migración.
Félix Berumen se centra
en la práctica de frontera para analizar el significado del
cruce, como un
momento crítico del trayecto migratorio que marca un antes y
un después. Aquí
se retoman las ideas del antropólogo Víctor
Turner para destacar su cualidad
como rito de paso, como liminalidad, con la vulnerabilidad que
acompaña esta
fase. También en los relatos se identifican los actores
principales: el coyote,
el pollero, el ayudante, la migra, el pasa-mojado, los mojados. En
definitiva,
el cruce ilegal se vive como una trasgresión, un artefacto
que se brinca. Las
narraciones del cruce constituyen así: el cronotopo
narrativo del pasaje
fronterizo. A través de ellas se aprecian las condiciones
del cruce, la puesta
en escena de los actores, sus intenciones y roles en el hacer del cruce
entre
el espacio propio y el ajeno.
Según
el autor en la descripción del trayecto, se emplean
fundamentalmente la
figuración metonímica, ya que se utiliza otros
términos en lugar de frontera,
tales como el cerro, el muro, la línea, el río.
Es lógico, en la medida en que
la metonimia implica cierta economía, y es más
frecuente su uso en comparación
con la metáfora. Termina su análisis
señalando que estas narraciones alimentan
y dan vida al imaginario fronterizo.
En
el capítulo que da lugar al título del libro De
Contrabando y mojado/la
frontera migrante, el foco cambia hacia el cancionero de la
migración
indocumentada, para entonces tomar como referente principal la
recopilación de
Gustavo López Castro (1995) ‘El río
Bravo es charco. Cancionero del migrante’.
En
términos formales, Humberto Félix emplea recursos
distintos para cada capítulo,
que, como he señalado, trata como dispositivos
simbólico-discursivos distintos,
de manera que la lectura tiene su intriga, aquí va
construyendo el análisis a
partir de seis movimientos, como piezas musicales. En primer lugar,
parte de
señalar que a través del cancionero se configura
la experiencia migratoria para
describir así la retórica del cancionero. En esta
tarea va identificando
distintos ideologemas o tropismos de la frontera,
refiriéndose al recurso de la
personificación de la frontera, como actante, enunciando sus
acciones en la
lírica. “..frontera abre que voy a pasar o por
qué divides la tierra”.
Los
corridos hacen alusión a las tres fases del cruce fronterizo
que son: la
posibilidad (virtualidad), el acontecimiento (realización) y
el resultado
(conclusión). Según Humberto Félix,
incluyen invitaciones, consejos,
advertencias, moralejas y recomendaciones.
El
cancionero reconfigura la frontera valiéndose de recursos
semánticos retóricos
y lugares comunes, que recurren a representaciones como: el norte, la
línea, la
malla, la barda, el alambre, el cerro, el río, y que
utilizan las marcas en el
espacio o los geosímbolos. En la lírica se va
reconociendo la fractura que la
frontera provoca en el espacio y en el tiempo, no solamente es un
aquí y allá,
sino un antes y un después. Los cancioneros se
tiñen de nostalgia, de
melancolía y dolor. También, el autor identifica
que son recurrentes los
cancioneros que se refieren a tragedias, a las injusticias, a la
violencia de
la frontera, recurriendo al uso de la metáfora, de la
“la cerca de tortilla”, o
la “tumba del mojado”, por ejemplo.
En
el último capítulo se elabora el
análisis interpretativo de los corridos del
narcotráfico y los narcocorridos. Para el autor se trata de
una práctica
cultural, un hecho discursivo que tiene la capacidad de dotar de
sentido al
mundo del narcotráfico, por tanto, son un artefacto
discursivo, rebasando el
valor testimonial y su función informativa. Este artefacto
tiene una eficacia
poético-musical, que busca tener cierta verosimilitud, en
tanto que la ficción
pretende dejar plasmada una verdad histórica, genera una
serie de códigos que
sirven de referencia para recrear el mundo del narcotráfico,
formando parte así
de lo que se ha llamado la cultura del narcotráfico.
En
el análisis de la forma del narcocorrido se establece su
relación con la nota
periodística al señalar los actores, los lugares
y el tiempo de los hechos,
para luego utilizar varios sociogramas tales como “la vida no
vale nada” o “se
pierde o se gana” que tienen un sentido trágico o
dramático, y en los que la
nota roja se convierte en su referente principal. En lo que hace a la
frontera,
se representa en estos corridos como zona de tránsito, como
lugar en disputa,
como lugar de enfrentamientos y muertes violentas, como
límite que se
transgrede, se trataría según Félix de
una frontera estigmatizada.
A
modo de conclusión, el autor propone su idea de
‘El efecto frontera’, lo que
define como “... la imagen social de la frontera que sobre
una base musical,
finalmente se desprende del empleo de una serie de recursos
retórico-semánticos
y que, en su conjunto o por separado, articulan su presencia dentro del
cancionero de la migración
indocumentada…” (pp. 92).
En
definitiva, podemos decir junto con Humberto Félix Berumen
que una verdadera
historia de la frontera no solo es de su materialidad, sino que
requiere
contarse recuperando la historia de sus imágenes, todas
ellas figuradas a
través de distintos artefactos culturales y sistemas de
simbolización.
Félix
Berumen, H. (2017). De contrabando y
mojado. La frontera imaginada (México-Estados Unidos).
Mexicali, México:
Universidad Autónoma de Baja California (UABC). ISBN: 978-607-607-407-7.
Félix
Berumen, H. (2015). Fronteras Reales/
Fronteras Escritas. Ensayo.
Baja California, México: Instituto de Cultura de Baja
California. ISBN: 978-607-7832-60-7.
Félix
Berumen, H. (2011). Tijuana la
horrible. Entre la historia y el mito. Tijuana,
México:
Editorial Colef.
Trigo,
A. (2003). Memorias
migrantes. Testimonios y ensayos sobre la diáspora uruguaya.
Rosario/Montevideo, Uruguay: Beatriz Viterbo Editora/Ediciones Trilce.
Mexicana.
Doctora en Estudios Sociales por El
Colegio de la Frontera Norte, maestra en Estudios Urbanos por El
Colegio de
México y licenciada en Ingeniería Civil por la
Universidad Nacional Autónoma de
México. Actualmente se desempeña como
coordinadora del Doctorado en Estudios
Culturales y profesora–investigadora del Departamento de
Estudios Sociales de
El Colegio de la Frontera Norte. Sus áreas de
interés son las relaciones de
género, el trabajo y los procesos fronterizos desde una
perspectiva
fenomenológica y constructivista. Entre sus publicaciones
actuales destaca:
Mercados de trabajo en regiones
fronterizas y no fronterizas de México, 2000-2010,
revista Estudios Fronterizos,
VOL.19, 2018; y Danza
y vida económica: experiencias del trabajo creativo en
México,
en revista Latinoamericana de antropología del trabajo,
Núm. 4, 2018.